Cuanto tiempo (demasiado tiempo) en blanco

Estoy muy dividido entre lo que soy y lo que fuí. Tanto de ayer y de hoy, mientras en teclas de miles de teclados virtuales uno pretende el simulacro de un texto. Ya no aprenden caligrafía en el colegio, ya no enseñan a escribir con las manos agarrando una pluma o lápiz deslizándose por el papel. Cada uno con su textura, nada que ver con el tacto del cristal en el que deslizamos dedos. El papel no brilla, nos habla mas desde su textura opaca, que convierte la tinta en pensamientos permanentes. En lo electrónico todo es mas fugaz, cómo que se puede perder, ya no en un torrente de lluvia, sino en el mero capricho de un fallo eléctrico. En la misma aleatoria se pierden en ocasiones esos usos del lenguaje.
Hace tanto que no escribo en papel algo como esto. Algo que en estos momentos se está quedando en un archivo, y que, a menos que lo imprima, solo lo veré en el brillo de pixeles. Pienso esto por pensar en como el cambio del mundo me cambia. Aplico ese posible cambio en múltiples personalidades y a ese conjunto que llamamos sociedad. Imagino causas y defectos, posibles resoluciones de ecuaciones, imagino en que nos convertiremos y la verdad es que mi imaginación tiene poco éxito. Esto se debe a la poco predecible que es el futuro, por la capacidad de sorpresa que tiene el ser humano en el baile que hace con la naturaleza. Cómo especie y raza llega un punto en que no podemos buscar patrones. Los podemos intentar clasificar una vez ya han sucedido, dándole motivos, buscándole maneras, “porquéses”, todo muy científico. Inútil si lo que queremos es anticiparnos al cambio, cosa que si logramos se debe mas a la suerte. Cómo con esto que está sucediendo ahora mismo, en mi cuarto, mientras oigo voces en el exterior de algunos que vuelven tarde a casa. Nada me podía asegurar que hallaría un instante de paz y de descarga al interpretar este momento en palabras y hacer el esfuerzo de transportarlas al mundo físico. Logré en este mero ejercicio conseguir un tanto de “parece que mi intuición era la correcta”. Al seguir la llamada y abrir la fuente se ha liberado algo, me he vaciado, y así he dejado entrar algo mas de nuevo, de fresco. Nada de este resultado era seguro y fijaos en que, mas o menos, lo que imaginamos nos lo encontramos tal cual lo habíamos pensado.

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